18 ene 2011

El conde de Montecristo (Le comte de Monte-Cristo) es una novela de aventuras clásica de Alejandro Dumas (padre) y de Auguste Maquet.
Éste último no figuró en los títulos de la obra ya que Alexandre Dumas pagó una elevada suma de dinero para que así fuera.
Maquet era un colaborador muy activo en las novelas de Dumas, llegando a escribir obras enteras, reescribiéndolas Dumas después. Se suele considerar como el mejor trabajo de Dumas, y a menudo se incluye en las listas de las mejores novelas de todos los tiempos. El libro se terminó de escribir en 1844, y fue publicado en una serie de 18 partes durante los dos años siguientes.
La historia tiene lugar en Francia, Italia y varias islas del Mediterráneo ,durante los hechos históricos de 1814-1838 (Los Cien Días del gobierno de Napoleòn I ,el reinado de Luis XVIII de Francia, de Carlos X de Francia y el reinado de Luis Felipe I de Francia). Trata sobre todo los temas de la justicia, la venganza, la piedad y el perdón y está contada en el estilo de una historia de aventuras.


Dumas obtuvo la idea principal de una historia real que encontró en las memorias de un hombre llamado Jacques Peuchet. 
Peuchet contaba la historia de un zapatero llamado François Picaud que vivía en París en 1807. Picaud se comprometió con una mujer rica, pero cuatro amigos celosos le acusaron falsamente de ser un espía de Inglaterra. Fue encarcelado durante siete años. 
Durante su encarcelamiento, un compañero de prisión moribundo le legó un tesoro escondido en Milán. 
Cuando Picaud fue liberado en 1814, tomó posesión del tesoro, volvió bajo otro nombre a París y dedicó diez años a trazar su exitosa venganza contra sus antiguos amigos

9 ene 2011

Arnol Böcklin

Die Toteninsel [La isla de los muertos] es sin lugar a dudas el más célebre cuadro del inigualable pintor simbolista suizo Arnold Böcklin (1827-1901), cuya obra, que se destaca por su sombría belleza y pagano misterio, trasciende a través de gemas como El bosque sagrado, Idilio, Ruinas junto al mar, El silencio del bosque, Prometeo y La plaga. La primer versión de La isla de los muertos fue pintada por el artista en 1880, dejando ya entrever en sus aún toscos e inseguros contornos todo el tétrico aire de silencio, soledad y fúnebre desesperación que dieron universal fama al influyente cuadro, inspirado en parte por el Cementerio de los Ingleses, situado en Florencia, Italia, donde el pintor tenía su estudio, y en el cual una de sus pequeñas hijas había sido enterrada

De nuestros miedos nacen nuestros corajes y en nuestras dudas viven nuestras certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y ...